En todos los deportes de equipo, hay enfrenamientos que por una u otra razón tienen una especial relevancia. Los llaman clásicos, derbys o duelos de la máxima y o bien por rivalidad regional o bien por tratarse de los equipos punteros siempre son los partidos que todo el mundo espera.
En Baloncesto a nivel mundial y en la NBA en particular, el DUELO por antonomasia es el que enfrenta a los Boston Celtics y a Los Angeles Lakers.
En este caso no se trata de rivalidad regional. Boston se encuentra en Massachusetts, un pequeño estado del norte de la costa Este. Los Angeles está California, estado del sur de la costa Oeste. Las aficiones tampoco se parecen. La de los Celtics es mayoritariamente de origen irlandés como la población de su ciudad (No en vano el escudo de los Celtics tiene los típicos tréboles irlandeses). Los irlandeses son calientes y fervorosos y en los partidos en su cancha siempr
Lo que une a estas dos franquicias es que históricamente siempre han tenido grandes equipos y se han enfrentado en múltiples ocasiones en las finales de la NBA. Entre ambos equipos suman 31 títulos de las 62 temporadas disputadas. 17 los Celtics y 14 los Lakers (Los 5 primeros jugando en Minneapolis) y sus 11 enfrentamientos en las finales.
La senda de los anillos llegó antes a los Lakers. Cuando aún jugaban en Minneapolis y bajo el mando de John Kundla y George Mikan los Lakers se hicieron con 5 títulos entre la temporada 48/49 y la 53/54. Mikan era un gran pívot blanco que dominaba la zona como nadie en aquella época y que obligó a cambiar algunas normas del baloncesto de la época como la de los 3 segundos en la zona.

No tardarían en Boston. Si ha habido un gran maestro en la historia de este deporte, ese ha sido Red Auerbach. Bajo su mando, primero como entrenador y luego como presidente y ejecutivo de los Celtics hasta su muerte, Red creó la mas exitosa franquicia deportiva de la historia. Junto a jugadores como Bob Cousy, Bill Russell o John Havlicek que juntaban su calidad técnica con un hambre voraz de triunfos. Sus grandes rivales a finales de los 50 principios de los 60 fueron los St. Louis Hawks de Bob Petit. Entre las temporadas 56/57 y la 60/61 se enfrentaron en 4 de las 5 finales. Solo en la temporada 58/59 la final fue el primer enfrentamiento entre las franquicias a las que me refiero. Los Lakers de un jovencísimo Elgin Baylor aún en Minneapolis cayeron 4-0 ante unos Celtics mucho mejores.

Fue en la temporada 61/62 cuando se volvieron a encontrar. Para empezar no estuvo mal. La final se decidió en el séptimo y definitivo partido y en la prorroga. Más emoción imposible. El título se fue para Boston. Seis veces se encontraron en 8 temporadas varias de ellas resueltas en el último pa

A los Lakers les llegaría su momento en el año 72 ya sin Baylor pero con Gail Goodrich (De vuelta, tras su paso por Phoenix), pero el rival ya no eran los Celtics sino los Knicks de New York.
Boston ganó dos títulos más en los 70, pero los Lakers no entraban ni en los Playoffs. En 1976 llegó Kareem Abdul Jabbar procedente de Milwaukee Bucks que era el mejor jugador de la época y en 1979 llegó un novato que revolucionaría el baloncesto en Los Angeles llevándolo a la categoría de espectáculo, con él llegó el Showtime. Hablo de Earvin “Magic” Johnson.
Pero en Boston se estaban preparando bien. Un alero blanco del estado de Indiana con aspecto más bien torpe y que se dedicaría a impartir lecciones de baloncesto a lo largo de su carrera. Por supuesto me refiero a Larry Bird.

Los duelos entre estos dos jugadores y entre estos dos equipos marcaron los años 80. Boston Garden y Forum de Inglewood vivieron tres finales de infarto. En esta ocasión algo cambió. En el año 84 se encontraron después de que los Lakers ganasen el anillo en los años 80 y 82 frente a los Sixers y Boston en el 81 frente a Houston y después de 15 años la historia se repetía.


21 años habían pasado. 21 años con 4 títulos de los Lakers y ninguno de Boston. Mucho tiempo para una franquicia ganadora como la que más. Danny Ainge, escolta del equipo ganador de los años 80, da un

Por si alguien lo duda, este año todo apunta a que se volverán a encontrar en la final. El resultado es impredecible pero seguro que emoción no faltará como en ninguna final que hallan disputado estos dos grandes equipos.
3 comentarios:
Buen post. Yo soy de Lakers, aunque (y sin tener que ser contradictorio)los Celtics me gustan mucho. Pero ahora mismo, con Gasol... la balanza se desnivela.
Jeje, Ferdinand, te lo han puesto a huevo...
Paciencia. Estas cosas tienen un proceso.
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