martes, 20 de enero de 2009

Pete Maravich (Rara Avis)

Si cerramos los ojos, escuchamos a Iron Butterfly tocando “In a gladda la vida” e imaginamos a alguien jugando al baloncesto en una cancha multicolor, el protagonista de nuestro sueño sería sin duda “Pistol” Pete Maravich.

El creador de jugadas tan conocidas como el dribling pasándose el balón por detrás de la espalda o el “no look pass” (Pasar un balón a un lado mientras mira a otro) fue siempre un jugador diferente. Un adelantado. Una rara avis.

Para cuando iba al instituto, Maravich ya era toda una sensación. Fue allí donde se ganó su sobrenombre, “Pistol”, por su forma de lanzar el balón: como no tenía la fuerza suficiente para lanzarla frontalmente, lo hacía desde un lado, como si sostuviera una pistola, y así le bautizó un periodista local. Después se convirtió en el jugador universitario de más éxito de la historia, sobre todo a nivel individual. Aún mantiene varios de los más prestigiosos como el de mejor promedio en su carrera (44,2) o el de más partidos seguidos con más de 50 pt. (28). A pesar de eso, la universidad de Lousiana State donde el jugaba y su padre entrenaba jamás gano el título ya que se encontraba en pleno dominio de la UCLA de John Wooden y Lew Alcindor.

Pero Pete llegó a la NBA tras dudar en ir a la ABA, quizá más apropiada para su espectacular juego. Llegó a la franquicia de Atlanta donde Pete no encajó demasiado bien. Sus condiciones físicas no eran sobresalientes. Era delgado y desgarbado, además no era tan rápido de movimientos como los bases de su época. Pero había algo en lo que Pete era el más rápido. Me refiero a como veía el baloncesto. Fue demasiado rápido para su época, quizá lo sería también para la actual, pero a veces esa velocidad se confundía con un espectáculo innecesario para el equipo. Quienes los agradecían eran los espectadores, pero sus compañeros no le comprendían y Pete perdía demasiados balones por lo que fue criticado en la época.

Fue drafteado en tercer lugar por los Atlanta Hawks, por detrás de otro jugadorazo como Bob Lanier y del hoy día entrenador Rudy Tomjanovich. Firmó uno de los contratos más desorbitados de la época (1,6 millones de dólares), pero pronto demostró que valía hasta el último centavo del mismo: en su temporada de rookie, Pistol Pete promedió 23,2 puntos por partido y fue incluido en el Equipo de Rookies de la NBA (curiosamente, el Rookie del Año fue Dave Cowens, que promedió 17 puntos y 15,4 rebotes por partido, empatado con Geoff Petrie). Las cuatro temporadas que Maravich pasó en los Hawks transcurrieron por los mismos derroteros: el base blanco deslumbraba a sus rivales con su manejo de balón, sus pases imposibles y, cómo no, sus certeros tiros lejanos, llegando a jugar ya un All-Star en su tercer año. Sin embargo, también por entonces nacería su gran maldición, y es que Maravich no jugó en un equipo ganador en sus diez años como profesional. Es más, había quien le consideraba un jugador egoísta y, en cierta medida, un perdedor. Aun así, en su último año en Atlanta, la temporada 73-74, promedió 27,7 puntos (sólo superado en la liga por los 30,6 de Bob McAdoo), su última hazaña en Georgia antes de ser traspasado a los por entonces New Orleans Jazz a cambio de nada menos que 8 jugadores.

En Nueva Orleans fue donde se encontró más a gusto. En su segunda temporada consiguió una media de 31,1 puntos por partido convirtiéndose en el máximo anotador del campeonato y todo ello aderezado con su espectacular juego acusado de más efectista que efectivo. La verdad es que los resultados no le dieron la razón a Pete. Hay quien dice que nunca cayó en un equipo ganador y hay quien dice que Pete fue en parte responsable de sus equipos nunca fuesen ganadores. Algo parecido a lo que se dice en esta época con Tracy McGrady. La franquicia se trasladó a Utah. Una ciudad totalmente distinta a Nueva Orleans. Maravich tenía ya para entonces bastantes problemas con las lesiones y de hecho a mitad de la primera temporada fue traspasado a Boston. Este traspaso le llegó tarde. Con un novato rubio que llegó a convertirse en leyenda (Larry Bird), Boston cayó en la final de conferencia con la Philadelphia del doctor J. Si sus rodillas no le hubiesen lesionado, probablemente Maravich hubiese formado parte del equipo que ganó el anillo del 81 saldando la historia la deuda que tenía con él, pero eso nunca lo sabremos.

Se le retiró el número en Utah y se le incluyó en el Hall of Fame además de considerársele como uno de los 50 mejores jugadores de los 50 primeros años de la NBA por lo que le fueron reconocidos sus méritos.

Durante los dos siguientes años buscó algo con lo que llenar la enorme ausencia que había dejado el baloncesto en su vida, probando con todo tipo de doctrinas y cayendo en el alcoholismo. Fueron los peores momentos de su vida. Pero entonces, en 1982, salió de aquella espiral de autodestrucción y anunció que había encontrado a Dios. Finalmente el 5 de enero de 1988, tras disputar un partido de baloncesto en una iglesia de Pasadena, Maravich, de 40 años, sufrió un ataque al corazón que acabó con su vida.

Un final de película ya que murió haciendo lo que más le gustaba y lo que más alegrías le dio en su vida. No sabría decir si fue un ejemplo de vida, pero si se puede decir sin dudar, que marcó un precedente en la NBA.

Con este post inicio una serie dedicada a grandes glorias de la historia. Irónicamente empiezo con uno de los menos reconocidos pero pienso que era una buena manera de empezar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué tal tío! Cómo va todo?

Gracias por mandarme el correo para avisarme, el Blog está muy chulo, sobre todo para los amantes de la NBA y el fútbol como es mi caso. Está currao.

De acuerdo contigo en lo de Pernía, no es un jugador para el atlético...ni siquiera para el Murcia! :)

Por cierto, y aunque no tenga nada q ver con el Blog, no sé dónde leí que habías estado en USA. ¿Estuviste en Chicago y NY? Si es así, ¿cual merece más la pena? Quiero ir en breve y a ver si me puedes orientar un poco. Viste algún partido de la NBA ?

Un abrazo!

PD: ¿Batirá Calderón el récord de tiros libres consecutivos? Está en 97 creo, lleva 79 (me parece)

freebird dijo...

Gracias tio!

Respécto a lo de Pernía, no lo he escrito yo, pero suscribo línea por línea.

Si que estuve en USA, pero en la costa oeste: Las Vegas y San Francisco, aunque a tu duda diría NY seguro. No vi ningún partido porque era época de playoffs y los Warriors no se habían clasificado.

Cuando escribo esto, Calderón va por 88, es dificil saberlo, pero camino lleva.

Un saludo

Anónimo dijo...

Sí señor, me ha gustado...¿para cuando un capítulo sobre Jordan?. Es broma, mejor algo sobre otros jugadores de otra época, como Dr J (si tienen algo interesante que contar).