Si en la historia del baloncesto en general y
la NBA en particular hay un lanzamiento característico y representativo de un jugador ese es el Sky Hook de Kareem Abdul Jabbar. Hasta tal punto es
así que no se puede concebir a Jabbar sin el Sky Hook y el Sky Hook no lo puede hacer otro sino Jabbar.
Ferdinand Luwis Alcindor Jr. nació en el barrio newyorkino de Harlem en 1946. Ya al nacer pesó 6 kg. Y midió 57 cm. lo que hacía previsible que fuese alto. Lo que seguro que no imaginaron sus padres al nacer, es que ese recién nacido llegaría a ser jugador de la NBA y que al retirarse sería el que más partidos había jugado en la historia. Además no fue un jugador de los que se arrastra por la cancha precisamente. Podríamos dar unas cuantas cifras que dan una idea de lo que significó este hombre para el mundo del baloncesto profesional: más puntos en la historia de la NBA - 38.387, más minutos jugados (57.446), Más tiros de campo convertidos (15.837) o Más selecciones del All-Star (19 de los que jugó 18 también record). Sin comentarios.
Desde muy pequeño, el joven Lew (Se cambiaría el nombre ya en el año 1971 cuando se convirtió al Islam) destacaba en el baloncesto. En su instituto consiguió 3 campeonatos consecutivos siendo el mejor jugador de largo. De ese modo, UCLA le dio una beca para ir a estudiar allí y de paso jugar con los Bruins. Allí se encontraría con una de las personas más influyentes sobre él y sobre su juego, el entrenador John Wooden. En el primer año en el que jugó, Lew Alcindor no sólo fue nombrado mejor jugador del torneo y consiguieron el título, sino que hizo que cambiaran las normas y prohibiesen realizar mates, norma que se retiró años después. Alcindor perdió en parte la ventaja que le daba la altura y su velocidad, como no podía machacar otros pívots más lentos podían llegar y taponar o al menos molestar el tiro. John Wooden lo vio claro. Alcindor necesitaba un tipo de lanzamiento que le permitiese evitar los tapones y tener una gran efectividad. Con la altura y envergadura que tenia Lew, comenzó a practicar un gancho que era prácticamente imposible de taponar. Había nacido el gancho de cielo, el Sky Hook.
Lew Alcindor era el premio gordo que todos los equipos esperaban en el Draft del 69. Phoenix y Milwaukee optaban a él. La monedita favoreció a los Bucks. Como era de esperar, la llegada de Alcindor a la liga fue deslumbrante. Fue Rookie del año y su equipo pasó de último del Este a segundo. Junto a Oscar Robertson y a otros buenos jugadores como Bobby Dandridge formaron un equipo muy competitivo, tanto que en la segunda temporada de Alcindor los Bucks ganaron su único título de la historia. Dos años después, ya con el nombre de Kareem Abdul Jabbar, volvieron a la final, pero perdieron con los Celtics. Jabbar era claramente el jugador más dominante de la liga.
En 1975 Jabbar decidió que debía cambiar de aires. Milwaukee era una ciudad demasiado pequeña para encontrar a gente que compartiera sus creencias culturales y religiosas. New York o Los Angeles eran sus opciones. Los Lakers fueron su destino.
La primera época de Jabbar con los Lakers se caracterizó por dos rasgos fundamentales: Grandes números de Jabbar y mediocres resultados colectivos. Aunque la llegada del astro de Harlem se hizo notar, no fue suficiente para hacer de los amarillos un equipo aspirante al título. Kareem llegó para hacer olvidar al que posiblemente haya sido el jugador más dominante de la historia de la NBA, Wilt Chamberlain. En 1976 y 1977 Jabbar volvió a ser nombrado MVP de la temporada, pero el equipo no pasaba de primera ronda de Playoffs.
Y de pronto, la magia. En el draft de 1979 Earving “Magic” Johnson fue elegido con el nº 1 por Los Angeles Lakers. Con “Magic” llegó el deseado cambio. Jabbar volvió a lograr el MVP consiguiendo así su sexto trofeo y demostrando que fue el gran dominador de la década. Los Lakers llegaron a la final contra los Sixers del Dr. J y ganaron 4-2 con Magic como MVP de las finales. Seguro que a Jabbar no le importó en absoluto no tener ese trofeo a cambio del tan ansiado anillo.
La década de los 80 fue muy distinta. Los Lakers jugaron ocho finales en 10 años de las que ganaron cinco. Jabbar ya no estaba a un nivel tan excelso como en los 70 pero era fundamental en los esquemas de los Lakers, sobre todo para el ataque en estático. Se trataba de un equipo que cuando llevaba el ritmo del partido y podía correr era imbatible, pero si el equipo contrario era capaz de cortarle el ritmo y hacerle jugar en estático, era cuando Magic buscaba a Jabbar y a su Sky Hook.
Su momento más glorioso de la década de los 80, fue en la final del 85 frente a Boston. Los Celtics habían ganado el título en 1984 frente a Los Angeles dando un mazazo moral importante sobre todo a Magic que cometió importantes errores en la final. El primer partido de las series finales terminó con victoria de Boston por 148-114 en lo que se conocería como la Masacre del “Memorial Day". Jabbar se quedó en 12 puntos y las duras críticas no tardaron en llegar. Con 38 años se pedía su retirada.
Durante los dos días siguientes Abdul-Jabbar pasó horas mirando el video del partido y tomando parte en sesiones de entrenamiento maratonianas que incluían una hora de series de sprint. Los reiterados intentos del entrenador Pat Riley para persuadir a Abdul-Jabbar de que tomase un descanso fueron en vano.
En el segundo partido el griterío era ensordecedor. El Boston Garden gritaba “Beat L.A., Beat L.A.” pero Abdul-Jabbar consiguió 30 puntos, 17 rebotes, 8 asistencias y 3 tapones en la victoria por 109-102 de los Lakers. Los Angeles ganaron aquella serie en seis partidos. En las cuatro victorias de los Lakers Abdul-Jabbar promedió 30,2 puntos, 11,3 rebotes, 6,5 asistencias y 2 tapones. En una memorable secuencia Abdul-Jabbar capturó un rebote, botó el balón a lo largo de todo el campo y anotó un “sky-hook”. Inclusó se lanzó en plancha a por un balón perdido. "Lo que viste", dijo Riley a Sports Illustrated, "era pasión". Abdul-Jabbar fue nombrado MVP de las finales.
Aquel año los Lakers acabaron con una racha de ocho finales disputadas y perdidas contra Boston acabando por fin con todos los fantasmas.
Antes de su retirada el 1989, Jabbar y sus Lakers ganaron dos anillos más 87 y 88 logrando ganar dos años consecutivos, hito que no se lograba desde que los Celtics de Bill Russell y Red Auerbach lo lograran en el 68 y el 69. Otro logro más a sumar a los ya conseguidos.
Jabbar además fue la primera gran estrella mediática de la NBA ya que su fama fue más allá de las pistas. Apareció como actor en varias películas: “Aterriza como puedas” y “Juego con la muerte” con Bruce Lee fueron las más conocidas aquí en España. Además de ser un jugador que dominó las canchas de baloncesto durante casi 20 años, fue un reclamo publicitario lo que demostró que verdaderamente Kareem Abdul Jabbar fue un jugador con gancho.