domingo, 1 de febrero de 2009

Oscar Robertson
“The big O”

En un juego tan controlado por los números, la estadística que define al jugador más completo es el triple doble. Jason Kidd y Lebron James son los jugadores que en los últimos años han dominado esta estadística consiguiendo cerca de 10 partidos con más de 10 puntos, rebotes y asistencias. Hubo un jugador que consiguió tener esos números como media en una temporada. Se trata del jugador más completo de la historia del baloncesto profesional: Oscar Robertson.

En los años 50, la segregación racial en Estados Unidos estaba en su punto álgido y las familias afroamericanas tenían grandes problemas económicos. La familia Robertson no era una excepción. El pequeño Oscar no podía permitirse ni siquiera comprarse un balón de baloncesto, pero el se fabricaba algo parecido con una pelota de tenis y tiras de goma. Al llegar al instituto pudo por fin demostrar que valía para este deporte. Lideró a su instituto para ganar dos campeonatos estatales siendo Attucks el primer instituto que ganó en Indiana teniendo todos sus jugadores de raza negra.

En la universidad Oscar siguió demostrando su gran clase, llevando a su universidad (Cincinnati) dos veces a la final four en los tres años que estuvo aunque se quedó sin el título. Fue nombrado mejor jugador en los tres años. Además jugó el oro de los Juegos Olímpicos de Roma.

En 1960 por Draft Territorial Robertson fue a parar a los Cincinnati Royals. El impacto de Oscar Rebertson fue inmediato. En su primer año fue nombrado Rookie del año participando en el All Star Game y promediando 30,5 puntos, 10,1 rebotes y 9,7 asistencias por partido. A un paso del triple doble de promedio.

Ese increíble logro lo consiguió “The big O” en su segundo año de profesional. En un hito que jamás se ha repetido y que quizá ahora se vea más lejos que nunca, Robertson consiguió unos increíbles 30,8 puntos, 11,4 asistencias y 12,5 rebotes por partido. Cobrando 33000 dólares anuales Oscar ya no tenía problemas económicos y centrándose plenamente en el baloncesto, demostraba que era uno de los mejores jugadores de su generación. A pesar de eso, su equipo no pasó de primera ronda de Play-offs.

En los siguientes años los Royals subieron de nivel, pero no consiguieron ni tan siquiera jugar una final de la NBA cayendo casi siempre ante los poderosísimos Celtics de los 60. En 1964 “The big O” fue nombrado MVP siendo el único a parte de Wilt Chamberlain y Bill Russell en la década de los 60. Ese año fueron capaces de eliminar en semifinales de conferencia a los 76ers de Chamberlain pero cayeron con Boston 4-1 en la final de conferencia. Al año siguiente se volvieron a encontrar venciendo Boston esta vez 4-3. Tan cerca, pero tan lejos. La franquicia comenzó a bajar su nivel. A finales de la década los Royals queriendo dar un impulso que les llevase al primer nivel de nuevo contrataron al legendario Bob Cousy para entrenarles. No solo no mejoraron sino que la envidia de Cousy viendo como los focos apuntaban más a Oscar, hizo que sucediese lo increíble.

Poco antes de comenzar la temporada 70-71 saltó la noticia. Oscar Robertson era traspasado a Milwaukee Bucks. Con 32 años Robertson empezaba a conformarse con rendir a buen nivel y parecía olvidarse de la posibilidad de ganar un título. En Milwaukee se encontró con un joven pívot de 2,18 m. que venía de ganar todo en la universidad de UCLA. Se llamaba Lew Alcindor y sería conocido más tarde como Kareem Abdul Jabbar. “The big O” se centró en dirigir a ese joven equipo con maestría y les llevó a un record de 66 victorias 16 derrotas. Tras eliminar por 4-1 tanto a San Francisco como a Los Angeles y barrieron a los Baltimore Bullets por 4-0 en la final.

Los Bucks mantuvieron un muy buen nivel, pero no fue hasta tres temporadas después cuando volvieron a llegar a la final de la NBA. Esta vez los rivales fueron los Boston Celtics y perdieron por 4-3. Fue la última temporada de Oscar Robertson. Su influencia fue evidente el año siguiente. Los Bucks quedaron últimos de su división a pesar de seguir contando con Kareem.

Sólo con su influencia deportiva ya merecía suficiente reconocimiento como para estar en el Hall of Fame, pero tan importante o más fue su influencia en los tribunales. Como presidente del sindicato de jugadores Robertson consiguió múltiples cambios tanto en el Draft de elección de novatos como con los agentes libres.

Demostrando que incluso en su compromiso con los jugadores y después de su retirada con el pueblo afroamericano, era el más completo. El jugador de baloncesto más completo de la historia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Más que un jugador de baloncesto parecía un gimnasta en la primera foto. La verdad que los números de este hombre son impresionantes. Siempre esta bien aprender algo nuevo.