Robert Horry es un alero alto de 2,08m. con bastante buen tiro y medianamente buen defensor. Un jugador de sus características, normalmente habría sido un buen jugador de equipo sin más. Pero Robert Horry es un pecador. Su pecado es la avaricia.
A Robert le quita el sueño ganar más y más anillos, y ha tenido la suerte de caer siempre en equipos con opciones. Robert llegó a
Jordan volvió, y con él el dominio de los Bulls. Horry desaparició como jugador importante, hasta el punto de ser traspasado a Phoenix donde no duró ni una temporada por desavenencias con el entrenador. Acabó en Los Angeles Lakers. En aquel momento, los Lakers eran un equipo sin aspiraciones de anillo y Horry se fue hundiendo en el banquillo angelino y muchos le dieron por acabado. Pero llegó Phil Jackson y Los Lakers volvieron a optar al anillo. Como si del ave Fenix se tratara, Horry comenzó a coger protagonismo en un equipo en el que ese espacio parecía reservado para Shaquille O´Neal y Kobe Bryant. Quien no recuerda los triples en el tercer y quinto partido de la final de 1991 frente a Philadelphia. Era el tercer vértice del triangulo ofensivo de Jackson. Pero el destino tenía guardado un papel mucho más protagonista el año siguiente. En las finales de conferencia, los Lakers se enfrentaron a los Kings. El equipo dirigido por Rick Adelman vencía en la serie por 2-1 y en el cuarto partido tras el primer cuarto el resultado era de 40-20 para los Kings. Tras un arduo trabajo defensivo y un esfuerzo por parte de todo el equipo, se llegó a los últimos minutos del encuentro igualados. Horry que ya por entonces era titular había jugado un gran partido, pero en la última jugada la primera opción fue Bryant. Kobe penetró y falló, se luchó por el rebote y O´Neal pudo despedir el balón a un Horry que estaba tras la línea de triple. En lanzamiento con la mano de Chris Webber encima fue simplemente perfecto. La bocina sonó con el balón en el aire y los tres puntos del lanzamiento pusieron por primera y definitiva vez a los Lakers por delante.
Fue entonces cuando se le llamó “Big Shot Rob”. No era un jugador especialmente brillante, pero cuando olía la posibilidad de ganar un anillo era a quien había que buscar. Horry es un avaricioso y en los Lakers ganó tres anillos.
Rob, dejó los Lakers, pero no para irse a los Clippers precisamente, si no para ir a San Antonio. Una franquicia que había ganado dos anillos en pocos años y tenía equipo para repetir. Horry tubo buen tino. Los Spurs llegaron a la final del 95 frente a los actuales campeones los Pistons. Llegábamos al quinto partido con 2-2. Horry ya era un veterano jugador de los que dan lustre a un banquillo, pero también se le fichó para ocasiones como esta. Con Detroit dominando el partido por pocos puntos, Horry salió en el último cuarto para cambiar las cosas. El avaricioso de Rob, enchufó dos triples e hizo un espectacular mate que dio la vuelta al partido. Ese año ganó su sexto anillo y dos años después ganó el séptimo y último hasta ahora, siendo el único junto con John Salley que ha ganado anillos en tres equipos distintos, pero aún puede aparecer en una sorpresa y fichar por un equipo campeón el avaricioso de Rob.
2 comentarios:
"La avaricia me vicia" decía un spot, en el caso de este jugador no veo este pecado como algo negativo, ya quisiera yo pecar de esa manera. Se suele decir que "la avaricia rompe el saco", pero el de Rob no tiene fondo.
Desde luego que en este caso no es algo negativo. Quizá lo malo era que no estuviera siempre igual de motivado, pero vereis como algunos de los pecados de esta sección tienen un trasfondo positivo.
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