Todo el mundo sabía lo que Wilt Chamberlain era capaz de anotar, no en vano fue siete veces máximo anotador de la liga promediando 50,4 puntos por partido en una temporada entera. Pero tuvo que ser Alex Hannum el que convenció a Chamberlain que debería sacrificar puntos por la búsqueda del anillo.
Hannum, un sólido jugador de los primeros años y un entrenador excepcional con 649 victorias en su haber en la NBA y de la ABA es la respuesta a una pregunta: ¿Quién fue el único entrenador que venció a los Celtics de la era Russell que en trece temporadas entre 1956-57 y 1968-69 ganó once títulos? Fue Hannum quien estaba al timón de San Louis Hawks en 1958 cuando ganaron a los Celtics en seis partidos, con el Hall of Famer Bob Pettit que consiguió 19 de los 21 últimos puntos de su equipo y 50 puntos en total en la victoria 110-109 para los Hawks de Sant Louis. Y fue Hannum quien fue contratado por Philadelphia 76ers antes de la temporada 1966-67, sustituyendo a Dolph Schayes en los Sixers, quien intentó terminar con la racha de Boston de ocho campeonatos consecutivos.
Cuando Hannum llegó, tenía mucho talento con el que trabajar, pero sabía que la clave del éxito era Chamberlain, la mayor fuerza del baloncesto jamás vista hasta ese momento. Chamberlain y Schayes nunca se llevaron bien, pero Hannum había entrenado anteriormente a Chamberlain en San Francisco y ambos habían alcanzado una sólida relación laboral. Chamberlain dijo de Hannum que había sido el mejor entrenador que había tenido nunca. Hannum supo hacer que Chamberlain fuese feliz y además consiguió los resultados que buscaba. Fue evidentemente en 1966-67, cuando Hannum convenció al Chamberlain de que con todos los otros talentos del equipo encargados de anotar, él debería concentrar sus talentos en otros aspectos del juego. Tubo que ser algo difícil para alguien que había sido siete veces seguidas máximo anotador de la liga y uno de los mejores anotadores de todos los tiempos.
La media anotadora de Chamberlain bajó a 24,1 ppp, pero lideró la liga en rebotes (24,2 rpp) y en porcentaje en tiros de campo (68,3%), además de ser el tercer máximo asistente de la liga con 7,8 app. Sin Chamberlain acaparando tanto el juego de ataque, otros anotadores emergieron como el alero Chet Walker (19,3 ppp), el escolta Hal Greer (22,1 ppp) y el sexto hombre Billy Cunningham (18,5 ppp). Luke Jackson (11,8 ppp, 10,6 rpp), con su intimidadora presencia como ala-pívot fue quien recogió los poco rebotes recogió los pocos rebotes que dejó libres Chamberlain. Wali Jones era el base titular y en el banquillo destacaban Billy Melchionni así como los futuros entrenadores de NBA Matt Guokas, Larry Costello y Cunningham.
Philadelphia ganó 45 de los primeros 49 partidos y logró el que era entonces el record de la temporada regular con 63 ganados y 13 perdidos. Los Sixers ganaron ocho partidos más que los Celtics en la lucha por el primer lugar de la conferencia. Escribieron en un muro del pabellón: La racha de ocho títulos consecutivos llegó a su fin. Boston no fue rival para Philadelphia cuando se encontraron en las Finales de la conferencia este, ganando sólo el cuarto partido en casa después de que los 76ers tuviesen el control de la serie con tres triunfos consecutivos. Philadelphia pasó por encima a Boston 140-116 en el quinto partido para terminar la serie y llegaron a una descafeinada final frente a los San Francisco Warriors a los que vencieron en seis partidos para hacerse con el título.
Durante la celebración del 35 aniversario de la NBA en 1980, los Sixers que la temporada 1966-67 fueron elegidos como el mejor equipo de la historia, Chamberlain fue elegido como el mejor jugador, pero Alex Hannum no fue elegido como el mejor entrenador. Ese honor recayó en Johnny Kerr que entrenó a los Bulls en su primero temporada a las 33 victorias.
Aquí os dejo un video del equipo durante aquellos años.
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